En teoría vuelvo mañana por la tarde, pero me da mala espina que la web de Easyjet no me deje hacer el check-in. Que mierda vivir en esta incertidumbre! Y que angustía tener que repetir estilismo porque solo me traje una maleta de mano con 4 cosas, que acabo siendo facturada by the face por obra y gracia del spanish way de Easyjet, es decir, antes se entraban al avión por grupos y ahora se entra por fila india, así que por mucho check-in online que se haga, si no madrugas te toca el final de la fila y por tanto puedes disfrutar de lo mucho que ha jugado al tetris el resto de pasajeros en su vida al ver lo mal que colocan las maletas. Una temporadita les dejaba yo con mi madre y su muy querido por mi diseño de armarios, así aprenderían de una maldita vez a colocar la maleta y a no tener que pensar adormilado si llevas algo importante en la maleta cuando un azafato de Easyjet más propio del certamen Mr.Cub España te lo pregunta para meter tu maleta en la bodega. Bueno, en mi desvario mañanero dije que no mientras le babea a él, a su voz y a su sonrisa, para luego darme cuenta con horror que iba el disco duro externo y un móvil. Y al final tuve potra, fue pasar el control de pasaportes de Gatwick, ir a buscar la maleta y estar la dichosa ya girando sobre la cinta, además de ver un cartelito monísimo informando que en 2 horas se restringía todo el tráfico aereo.

Antes de que se me vaya la pinza, hoy he estado en Brighton turisteando solito y tengo ganas de volver otra vez a disfrutar alguna de sus renombradas noches de fiesta. También lo que me ha llamado la atención es que en la oficina de turismo había mapas gays de Brighton. Y la playa es de guijarros, con la maravillosa sensación que es pisar arena como la de Praia do Cabezo en la que estuve hace 10 días.

Hoy mientras andaba junto al Brighton Pier ha sonado en mi iPod Yellow de Coldplay.