Viajando en el tercer desfase o A quien le importa
El transporte público de esta ciudad cada vez me sorprende más y mira que he estado años usandolo a diario, pero debe ser que ahora lo uso poco paradojicamente me encuentro con cosas más raras. Por ejemplo:
Un viernes noche volvía a casa en el buho (autobus nocturno) y en Cibeles se lleno el bus hasta la bandera, pero por desgracia se subieron 3 fachas hijos de papa que no pararon en todo el camino de proferir insultos contra los gays, la izquierda y alguna cosa más que no recuerdo. El caso es que una chica harta de escucharlos se puso a replicarles con mucho humor palabra por palabra cada una de sus burradas, así el autobus empezamos a descojonarnos hasta que la chica se bajo y empezo la parte en que el resto pasajeros nos mimetizabamos con los asientos mientras los 3 energumenos empezaban a cambiarse de sitio y enzarzarse en una discusión con un latin king. De milagro no salimos en las noticias.
Hace 3 días había quedado con Preso 211 (ya explicare quién es) y según iba en el metro una mujer china se me queda mirando y sonriendo. Estuve por sacar a mi Torrente y preguntarla: chinita, chinita, me has visto cara de oso panda? La vuelta estuvo protagonizada por una mujer que era mezcla de la madre de A dos metros bajo tierra con Karmele, aderezada con un gorrito africano a lo Paul Carrack.
Ayer volví a quedar con Preso 211 en el centro y cuando iba en el metro, justo en la misma linea de la chinita, veo que un chico y una chica que van de pie junto a la puerta empieza a moverse como si intentaran bailar el baile de los gorilas perreando. Todo el vagón ojiplático y mi iPod que es muy inteligente en su aleatoriedad estaba poniendome Do it again de los Chemical Brothers, ideal para pensar que estaban pirados de verdad.
Para rematar, un sábado noche volvía a casa en un buho distinto al habitual tuve la sensación de que coño hacía aquí al verme rodeado de panchitos mareados, aplatanados y alcoholizados, además de unas cuantas parejitas comiendose como si se fuera a terminar el mundo. Menos mal que alguien me acababa de decir que había desbancado su top 5.