Según avanza la canción dan ganas de subir el volumen y sumarse a la fiesta. En el Palacio de los Deportes sonó hace 2 semanas en el camino al delirio final en un concierto que parecía un karaoke y una gran fiesta en la que era imposible no sacar una sonrisa de oreja a oreja. Por cierto, es lo primero que he escuchado hoy... ¿debéis ir preparando la insulina ante un momento extra-empalagoso?
Etiquetas: music is my life