Según el Diccionario de la lengua española de la R.A.E.: 

Desodorante 
(Del ingl. deodorant)

1. adj. Que destruye los olores molestos o nocivos.
2. m. Producto que se utiliza para suprimir el olor corporal o de algún recinto. 

Lengua
(Del lat. lingua).

1. f. Órgano muscular situado en la cavidad de la boca de los vertebrados y que sirve para gustación, para deglutir y para modular los sonidos que les son propios.
2. f. Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana.
3. f. Sistema lingüístico cuyos hablantes reconocen modelos de buena expresión. La lengua de Cervantes es oficial en 21 naciones.
4. f. Sistema lingüístico considerado en su estructura.
5. f. Vocabulario y gramática propios y característicos de una época, de un escritor o de un grupo social. La lengua de Góngora La lengua gauchesca
6. f. Badajo de la campana.
7. f. lengüeta (‖ fiel de la balanza).
8. f. Cada una de las provincias o territorios en que tenía dividida su jurisdicción la Orden de San Juan. La lengua de Castilla, la de Aragón, la de Navarra
9. f. Zool. Tira dorsal de la larda de una ballena.
10. f. desus. intérprete (‖ de lenguas). Era u. t. c. m.
11. f. ant. Facultad de hablar.
12. f. ant. espía (‖ persona que observa y escucha lo que pasa para comunicarlo).

Me quedo con la definición de desodorante para mitigar el olor sobaquil y con la lengua como esa cosa que tenemos dentro de la cavidad bucal, pero para ir enredando el relato de mis aventuras añado la certeza de que mucha gente no sabe  que el mayor órgano sexual es la piel, allá ellos, pero me lo paso como un enano explorando la piel de la parte contratante de la segunda parte y ahí es donde uno descubre los puntos calientes y débiles de la parte contratante de la segunda parte, además del olor de su piel y que productos utiliza en ella.
Siempre digo que soy torpe y tengo atracción a los accidentes tontos, pero nunca pensé que podría relatar aquí como me convertí accidentalmente en un puto dummie que comprobaría en lengua propia los efectos de los desodorantes. Voy a separar en cuatro grupos la experiencia:

• Grupo 1: son los candidatos que solo utilizan productos de limpieza y en general de gusto agradable que yo recuerde.
• Grupo 2: son los candidatos que utilizan colonias, perfumes o desodorantes chupiflus ultraligeros y al igual que los anteriores son de gusto agradable y buen recuerdo.
• Grupo 3: son los usuarios de marcas generales como aquella que se anunciaba besando sobacos. Deja un regusto algo amargo, además de una leve sensación de sequedad e insensibilidad en la lengua, pero que desaparece en un instante.
• Grupo 4: sin duda el grupo más peligroso y por ahora compuesto por el que no te abandona. En mi torpeza le di un lametón y en que hora, su efecto fue como 10000 veces el grupo 3. Primero intente limpiarme la lengua con la sabana, pero la  maldita sensación de que la lengua se secaba y se hinchaba más rápido que la restform me obligo a salir disparado al lavabo esquivando cosas en la oscuridad. Unos largos segundos bajo el grifo lo arreglo todo, pero el que no te abandona demostró con creces que seca más que el papel de cocina del puto perrito.

Definitivamente, estoy fatal.    

 

Y hoy toca el nuevo video de Goldfrapp, Alive. Es como meter en la turmix Xanadu, Kiss, Rocky Horror Picture Show y El día de la bestia.