Al tercer intento no fue la vencida, sino al cuarto. El miércoles por la noche me dio por imprimir la reserva de Easyjet y veo en la pantalla con grandisimo terror que su reserva tiene un problema y debe moficarla. Ay madre que me volvía a quedar otro par de días más, pero milagros milagritos conseguí cambiarlo de las 7:35 a las 9:35 el mismo día (jueves), así que podía dormir un rato más. Y advertido por los habitantes de Villa Tiki Tiki de que Gatwick estaba hasta las pencas de gente atrapada, me plante allí a las 7 esquivando a abuelas inglesas arrastrando sus trollies de camino a sus vacaciones en Majorca y tuve la suerte de ser el segundo cuando abrieron la facturación de mi vuelo. Solo me falto ponerme a dar botes y bailar por toda la terminal agitando la tarjeta de embarque en un mano y en la otra hacía malabarismos con mi maleta. 

Después del momento de euforía retransmitido por Twitter, pase el control de seguridad tras hacer un striptease quitarme el cinturon, vaciarme los bolsillos dentro del abrigo y sacar la bolsa de los guisantes congelados  liquidos con la colonia y el desodorante de la maleta. De ahí me dedique a arrasar los duty free en busca del iPod para Plimo Cabron, las pastis mágicas de Guyermadrid, los comésticos pa Prin y el te pa Guipuchi, además de un tubito de tamaño viaje de gomina (apto para controles de aeropuerto) y quedarme con las ganas de pillar un Absolut Tropics porque dentro de la UE no hay duty free para el alcohol.  Un café latte y un trozo de tarta de zanahoría remataron la espera hasta que me puse el iPod y en su inteligencia aleatoría empezo con Seal - Crazy, siguió con Björk - Pagan poetry (Infusion remix) mientras veía que mi vuelo ya tenía puerta, me lanze por el pasillo rodante a ritmo de Pet shop boys - Integral (Concrete live version) y acabe la odisea entrando al avión de un tiron con Moby - Feeling so real (Live at Glastonbury). Y que calorcito al llegar a Madrid, no me creía que la aventura llegará a su fin.

Y en medio de un mar de nubes sono Glee - Don't stop believing.