3/11/09
Voy a romper las ventanas o Balance 4 meses más tarde

Cuatro mil días después de aquel año obcecado
detecto que al fin te dignaste
a cumplir con la cita inaudible
y me alegro, y me enfado a la vez

Después de estudiar con cuidado este caso
ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,
de juez imparcial,
sentencio lo nuestro
diciendo que el fallo más grande
pasó por guardar
solamente los días más gratos
y olvidar los demás

Mirarte de frente
admito en voz alta
que no pocas veces he sido tentado
en coger mi esperanza
y lanzarla sin más a la fosa común
donde yacen los sueños
que nos diferencian

Tal vez ¿has pensado en renunciar?
Yo aún no... Hada helada en vuelo inerte,
tu nunca cambiarás, tu nunca caerás...
Tal vez ¿has pensado en crecer más? ¡Más no!
Tal vez ¿te consiguiste equilibrar?
Yo aún no...
Vamos a correr el gran sprint final
y al cruzar la línea los dos ganarán

Voy a romper las ventanas,
para que lluevan cristales
ven a romper las ventanas,
ven a gritar como antes,
ven a romper las ventanas
y hacer del caos un arte,
voy a romper tus ventanas
y voy a entrar como el aire.

Esta canción me la enseño Alce hace cosa de mes y poco y como bien me dijo él, la canción cuenta de una manera muy bonita una ruptura, además de ponerle palabras a todos los sentimientos que he ido teniendo. No me pasa nada, tengo ganas de hablar de esto, ya han pasado 4 meses desde que me partieron el corazón en mil y un pedazos y 2 meses y medio que no se nada de él. No puedo evitar sentir pena, rabia, dolor y nostalgia, aunque cada vez menos. Sobretodo nostalgia porque consigo acordarme de mil y una cosas buenas antes que de una mala. No es que fuera todo bueno, pero yo era muy feliz y llegue a pensar que podía ser el tio definitivo o fui apodado merenguito de los empalagoso que llegue a ser. Echo de menos:
  • La primera vez que me dijo que yo era su novio.
  • Su sonrisa al despertar junto a él la primera vez. 
  • Su mala uva mañanera.
  • Cuando me decía que olía a navidad al ver las luces de navidad del centro.
  • Me convencio de que en navidad ibamos a viajar a algún sitio de Europa pero que Londres no sería, hasta que por un gazapo me entere de que era Londres. El bote que di fue mayusculo.
  • Mi regalo de navidad fue ver el músical de El Rey León en tercera fila en Londres a modo de sorpresa. Impresionante.
  • Cogerme la mano para tranquilizarme en un avión.
  • Llamarme por segunda vez una noche desde Bruselas para decirme: estoy escuchando Luka de Suzanne Vega, me he acordado de ti y era para decirte que te quiero y que no te lo digo lo suficiente. Y yo escuchando Magnificent de U2.
  • Las tardes en su sofá dormitando, los desayunos en su cocina, las comilonas que nos preparabamos...
Y así podría seguir contando. Ahora entiendo sus motivos, he hecho muchas cosas desde entonces, empiezo a estar comodo con mi situación y hasta tengo ganas de volver a estabilizarme con alguien, aunque Bala Perdida me ha dicho que no quiere verme emparejado con nadie por una temporada. El pasado seguirá ahí y durante todavía una temporada me afectara y echare de menos muchas cosas que tenía con él, pero este capítulo lo empiezo a cerrar.

Etiquetas: ,

1 Comments:
Blogger nubeazul said...
Qué bonito lo que has escrito, se me ha puesto un nudo en la garganta. Yo te admiro, has sido muy fuerte y los has tenido bien puestos cuando te fuiste con él a Londres, yo no lo entendía, pero quizá yo soy demasiado cobarde para hacer según qué cosas.

Mucho ánimo y fuerza para cerrar del todo ese capítulo. Lo bonito es que te cuesta mucho encontrar momentos malos y poco encontrar los buenos. No siempre ocurre así.

Besitos guapo.

Publicar un comentario