• Nokia N95:  si bebes, no saques el móvil del bolsillo a menos que sea estrictamente necesario. Corres el riesgo de ser como yo y que el móvil salga volando, de un triple salto mortal en el aire, bese el suelo estruendosamente y la pantalla deje de funcionar. Unos cuantos euros y poco más de 15 días después vuelve a la vida con pantalla y carcasa trasera nueva. Milagrosamente solo he perdido el calendario.
• Afeitadora: inoportuna como ella sola, justo cuando estaba a la mitad del acicalamiento se desvanecio y no hubo manera de revivirla. Dado que tenía que acicalarme para que en el control de pasaportes de Barajas y Gatwick horas más tarde no me confundieran con un terrorista, tuve que ir volando a comprar una nueva. Todavía no la he pillado el punto y algún pequeño destrozo me he hecho, nada grave.
• Teléfono inalámbrico: el cabrón esta más loco que Björk (ver video), cuando le sale de los chips se reinicia solo o se muere un rato. Recientemente logré desmontarlo para limpiar las dichosas teclas y montarlo de nuevo, ya que de la mierda que tenían costaba un riñón apretar la tecla descolgar y varios números. Estoy decidiendo si darle una hostia al estilo Kris o dejarlo vivir.
• Aurículares iPod: de la noche a la mañana y sin saber como me encontre el aurícular izquierdo despiporrado. Tras lograr reensamblarlo suena rarísimo, pero le da una nueva dimensión escuchar a Massive Attack. La solución es fácil, saco de la caja del iPod los aurículares que traía, los escoñados eran del iPod Photo de 30 Gb que me regalo El Innombrable alla por 2005.
• Impresora laser: mi sr. padre es único como usuario de la tecnología, todavía no logro explicarme como logro partir la bandeja de la impresora. Ha pasado de estar completamente erecta a estar pendulona, siendo una caja de un regalo de navidad de donde trabajaba la Viagra que logra volverla a colocar en su sitio y que la bicha pille papel. Lo más flipante del asunto es que inocentemente mi sr. padre (y mayor usuario de la bicha) me pregunta si es normal :roto2: 

Björk - Triumph of the heart

Etiquetas: yo y los desastres