El viernes huí de London a bordo de un tren camino de Villa Tiki Tiki en Agrestic donde por fin conocí a cierta persona y de paso conocí a la pandilla ibérica con la que convive en esa casa tan propia de L'Auberge Espagnole, aunque en ese momento sufría la resaca de un perturbado que dio para mucha guasa. Tras un cigarrito en el jardín y un rato de guasa nos fuímos al Harvester a echar un par pintas y seguir de guasa mientras los ingleses de alrededor debían pensar que menudos crazy spaniards. Volvimos a Villa Tiki Tiki, el aeromozo se fue a dormir para poder rendir en condiciones mientras el resto nos dabamos a la tele y llamemosle Pumba se marcaba unos sorprendentes spaguetti carbonara con jamón y frutos del mar.
El sábado nos preparamos para ir al Brighton Pride, pero Maria la Portuguesa se adelanto y preparo los bocatas, así que preparamos botellas de 2 litros de ron con cola, limon y naranja, además de calimocho. Llego el Baguette y nos fuimos al Agrestic's bus station a pillar el bus a Brighton y donde se nos unieron Gallinita 1 y 2 y el Spaghetti. Según montamos en el bus, un conductor "muy amable" nos indico que a causa del Pride el bus nos dejaba en Hove y que nos jodieramos y buscasemos la vida. Tras 45 minutos caminando y con paradas en cajeros, supermercados y cafés llegamos a la cabalgata, pero ya habían desfilado la mitad. A pesar de eso fue un gustazo ver lo mucho que se involucra la gente e incluso desfilan hasta la BBC, la policia, los bomberos, las ambulancias y otros servicios públicos, además de marcas como American Express o Barclays. Vamos, como en España...
Al terminar en vez de hacer turismo o irnos con la masa a Preston Park a seguir con la fiesta al aire libre, nos alcolizamos en un pub muy pintorisco y emprendimos camino a Preston Park mientras dabamos cuenta del primer bocata. El día empezo siendo soleado, se fue nublando y según nos acercabamos al Preston Park empezo a chispear, así que nos metimos otro pub donde una mezcla de Lolo Ferrari con Vicky Pollard nos entretuvo con sus movimientos jugando al billar. Dejo de chispear y por fin llegamos a la pradera a comernos nuestros bocatas de jamón con el calimocho sentados debajo de un peazo árbol mientras veíamos al mogollon pasar. Todavía debe estar riendose Miss Beckham cuando me llamo y empeze a entonar el Asturias Patria Querida...
Levantamos el campamento, empezamos a andar y comenzo el fin de la diversión con el diluvio. Nos separamos en el mar de paraguas y acabe bajo un árbol perdido y empapado hasta las trancas, aunque tras un rato conseguimos comunicarnos y reuní con el grupo de nuevo para salir huyendo a la estación mientras sentía un vivificante frescor en los pezones. Tras una caminata que se nos hizo eterna bajo la lluvía, tuvimos suerte y en 5 minutos estabamos arrancando en el tren de vuelta para Agrestic, aunque parecía que nos habían lavado vivos pero olvidandose de centrifugarnos después.
En Villa Tiki Tiki nos secamos y cambiamos para enfilar una noche en casa con todo el alcohol que habíamos llevado y vuelto a traer. El pobre Baguette acabo calaito hasta en lo más intimos mientras yo tuve la suerte de que se calasen la cazadora entera y parte de la camisa y los vaqueros, pero una noche en el armario del water boiler y más secos que una pipa. Bueno, a lo que iba, la noche casera de alcohol se vio animada por un juego en el que cada uno cogía una carta del tipo "Yo nunca he...", "Establece una regla" o "Canta una canción", provocando que nos fundiesemos el calimocho, el whisky y el ron con limón a base de chupitos en una partida muy larga marcada por reglas como toca la nariz del que tengas a la derecha, solo puedes beber con la mano izquierda, prohibido decir números, prohibido enseñar los dientes al hablar (o mi perdición) o tener que decir ole al beber. Imaginar esto en un grupo con españoles, una portuguesa y un francés y todo esto en inglés. Todo un despiporre.





Ya el domingo la cosa fue mucho más tranquila, incluyendo un paseíto por Agrestic, desayuno con un Pastel de Belem y visita a sus areas comerciales. Una comida con un poco de sangre, un rato de sofa y me volvi a la gran ciudad. Por cierto, ayer volví a sentir miedo en la linea de bus 52, el conductor iba a toda leche y casi nos la damos con otro bus al salir de una parada. Juro que no me vuelvo a quejar de los de la EMT.



Alternativa para los que no les guste el video: clic aquí.

Otra visión del Brighton Pride (OJO!!!! Puede herir la sensibilidad de algunos!).

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