La última semana ha sido muy rara porque he estado enfermo en casa con una de mis ya habituales infecciones de oído, encima complicada con el estomago. Ya estoy casi bien, pero tenía tela que durante un par de días me diera asco hasta el jamón serrano. Eso si, la sesión de televisión que me he dado ha sido para que no la vuelva a echar de menos por una temporada, salvo ver a
Erdogan Atalay destrozando coches por la mañana en
Cuatro. Por ver, hasta he visto Salvame y se de la guerra fría de Nati Abascal con Carmen Lomana, las razones de porque ha visitado la benemerita Ambiciones o de los Escarlata O'Hara que es Tita Cervera. Pero han pasado más cosas, jeje. Para empezar mis visitas a la Seguridad Social van dando ya para escribir un libro. La última solo "borraron" mi cita y encima me quede en las 2 horas de espera sin batería en el móvil y no podía distraerme con Facebook, Twitter y esos inventos modernos, jeje.
Todavía me estoy preguntando que pinta una foto Belén Esteban en bolas en la Interviu junto a libros de Goya, fotos de muertos y vísceras de espuma.
Gracito Morales estaba efervescente con la mezcla, pero podéis comprobarla en
La Casa Encendida. Por cierto, esta rico el sushi congelado.
Bala Perdida tiene un cliente mu pesado conmigo, ya no solo voy a verle al curro, sino que aparezco un domingo por la noche en su casa a improvisar una peluquería en su baño. Así que ahora tengo nuevos pelos y de los que mi
Sra. Madre ha dicho que hace que parezca un bote de tomate frito. Bueno, el caso es que después de la sesión de peluquería nos fuimos los tres (
Srta. Rock'N'Roll incluída) a cenar a un mejicano en Chueca donde nos pusimos hasta las trancas y nos trataron de fábula, aunque primero estuvimos otro que había al lado y en el que
Srta. Rock'N'Roll casi asesina al camarero.
El momentazo de la semana ha sido el concierto de
Depeche Mode, en una palabra: genial. Fuimos
barry, la
Profe y yo bastante malito pero dispuesto. Sorprendemente el sonido de
El Palacio de los Deportes fue muy bueno y la puesta en escena sencilla, pero efectiva con una pantalla con una esfera sobresaliendo y luces detrás.
Dave Gahan demostro la potente voz que tiene y estuvo todo el rato como una peonza de un lado a otro, aunque yo tenía miedo a que se jodiera el concierto por la buena salud de este hombre porque en esta gira se ha hecho esguinces, le han detectado un tumor y se ha quedado afónico. El público nos movimos gracias a los clásicos de DM, logrando un momento de comunión colectiva con
Enjoy the silence o la locura colectiva con
Never let me down again. Personalmente me quedo con
Wrong por lo rotunda y oscura que sono,
It's no good por potente y especialmente
Home porque
Martin L. Gore la canto casi a capella con el único acompañamiento de un piano logrando que a más de uno nos asomara una lagrimilla con su brutal y emocionante versión. La pena es que no cantaran temas como
Just can't get enough,
Corrupt o de los discos
Exciter o
Playing the angel. Os dejo la
crónica de Noctamina. Por cierto, cada concierto de esta gira se esta grabando y ya se p
uede pre-reservar el concierto que quieras.